En estos tiempos de crisis económica y financiera mundial es una vergüenza que algunas personas sigan haciendo ostentación de lujos o artículos suntuarios, mientras cerca de ellos existen muchas personas que se mueren de hambre o no tienen trabajo para mantener a su familia.
Recuerdo cuando una persona muy querida por mí, me enseñó un articulo del año 1993, en Inglaterra, donde un pensador ingles, lucido y centrado, de dicho país comentaba sobre este tema; aunque nadie le hicieron caso, mas bien lo tacharon de mediocre, comunista o pro terrorista. Eran los “honrados, justos y sabios” grupos de poder económico, esos que, actualmente, causaron esta catástrofe económica que angustia al mundo, y que todavía dominan importantes medios de comunicación y tienen comprados algunos programas claves de TV. Lo mismo que tienen periodistas muy bien pagados en ciertos diarios o revistas de amplia difusión, para que digan solo lo que les conviene y que manejen al pueblo como ellos quieren.
Además, esos periodistas comprados, no deben hacer mucho esfuerzo ya que a la mayoría del pueblo, al menos en USA, le gusta dedicar su tiempo libre a ver, únicamente novelas, deportes o estúpidos programas del espectáculo. En vez de buscar otros programas más serios e instructivos para ellos. Por tanto su coeficiente intelectual o su conocimiento histórico de lo que pasa en su país y en el mundo es visto a través de un beso mal actuado de novela intrascendente, un aburrido partido de béisbol o unas criticas destructivas, que incentivan los chismes vulgares y la falta de respeto de la vida privada, de algún estúpido programa del espectáculo.
Pero, existen otros periodistas norteamericanos, honestos, inteligentes y lucidos, que tratan de concientizar a su pueblo. Y, ahora tienen hechos concretos que los respaldan.
Es vergonzoso e indignante ver como muchos “respetados y honrados Millonarios”, “responsables y elogiados ejecutivos” o “inteligentes y alabados financistas” no eran mas que corruptos, personas insensibles, grandes estafadores o mediocres e irresponsables financistas que solo buscaban complacer sus excesivos lujos personales, de sus familias y amigos, sin importarles el bienestar de las demás personas, sobretodo de los más pobres.
Ojala Obama tenga el valor y grandeza para realizar los grandes cambios y duras sanciones (se conocen a los culpables con nombres y apellidos), que devuelva la confianza y justicia de una economía que era manejada como si fuera un juego de casino que solo beneficiaba al lujo de unos canallas que no tenían vergüenza ni remordimiento de lo que hacían y han hecho a la mayor parte del mundo.
Hasta siempre.
Carlos Tigre sin Tiempo (CTsT)
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