El año 2003 estaba leyendo el libro de Paulo Coelho “El Manual del Guerrero de la Luz”, cuando mi amiga rusa (Larisa), a quien conocí por Internet dos años antes, me confirmó que había sido escogida en un concurso publico en Rusia, y estaba dentro de un grupo de 20 profesionales rusos que se habían ganado un viaje, con todos los gastos pagados, al estado de Indiana en USA.
El grupo de 20 profesionales rusos, hombres y mujeres, fue al estado de Indiana, específicamente en el pueblo de Muncie donde se encontraba el local de la Universidad de Indiana que les iba a dar alojamiento. Muncie es un pueblo campestre, tranquilo y acogedor, situado en la parte central del estado de Indiana y a unas 17 horas de Long Island – New York (en carro)
En la semana estaba incluida una nutrida agenda de visitas turísticas al estado de Indiana y sus alrededores. La única limitación era que no podían ir a ningún otro lugar, más que los lugares programados, por esa razón tuve que viajar para encontrarme con este amigable grupo de rusos, sobretodo de mi amiga Larisa.
Cuando llegó el dia de nuestro encuentro personal, me parecía que nos conocíamos de siempre; Pues en nuestras comunicaciones previas nos habíamos comunicado con sinceridad, incluyendo nuestras fotos actuales, en las diferentes actividades de nuestra vida cotidiana.
Recuerdo que cuando la vi personalmente era mas alta y bonita de lo que aparecía en sus fotos que me envió.
Larisa es una mujer de edad mediana, profesional dedicada a las comunicaciones en una ciudad importante de Rusia. Nos conocimos por Internet, en el 2001, casi de casualidad, cuando yo estaba conectada con algunas amigas de España, ella apareció. Incluso ella al principio no hablaba o escribía casi nada en castellano o inglés, por tanto era muy difícil mantener una comunicación. Pero, en poco tiempo, ella se puso a estudiar de manera súper acelerada el inglés y ya pudimos comunicarnos mejor; aunque yo ya me había conseguido unos traductores del ruso al castellano o inglés, bastante bueno. Además de un libro-diccionario que me permitió entender muchas cosas que ella me escribía en ruso.
Por tanto, a pesar de ella no hablar castellano y Yo no hablo ruso, nos entendíamos por un inglés básico, junto con nuestros mutuos conocimientos anteriores, y con una sintonía mental que nos abrió la puerta del entendimiento a muchas cosas, que a veces, la barrera de idiomas tan opuestos no permiten abrirlas.
De su grupo de compañeros y profesionales rusos, puedo decir que se veían personas inteligentes, sencillas y educadas. Recuerdo que mi manera personal de darles la bienvenida fue él obsequiarles una botella de un vodka ruso que venden aquí en USA.
Las noches eran las horas que tenia tiempo con Larisa, pues durante el dia y la tarde estaban con un programa de actividades muy intenso; Por tanto mientras esperaba el anochecer yo aproveche a hacer turismo personal en Indiana y me fui a conocer muchos lugares campestres en Indiana.
Lo que le llamo más la atención a Larisa y sus compatriotas fue la presencia de los afroamericanos, que recién veían directamente y de forma masiva. También les llamó la atención el lujo de muchos lugares y lo prospero y equipado que se veía la mayoría de las casas granja de Muncie y de los demás alrededores del estado de Indiana.
Larisa quizo venirse conmigo a conocer New York; pero el supervisor de su grupo se lo prohibió de manera rotunda; Aunque ella iba a alargar su estadía y pasaje algunas semanas más. Además en gastos de alojamiento, comida y transporte no iba a tener problema; Pues me tenía a mí.
Como era un convenio que se viene realizando hace varios años, ella no quizo romper las reglas de ese convenio. Además tenía a su hijo pequeño (Serezha) en Rusia, quien su madre cuidaba y su ex-esposo religiosamente visita cada fin de semana.
Recuerdo que en una de nuestras salidas personales a Larisa le llamó la atención un pequeño libro en castellano que tenía en mi carro. El libro era “el manual del guerrero de la luz”. Cuando me preguntó de que se trataba aquel libro yo le trate de explicar en inglés; Pero no me entendió. Entonces estacioné mi carro cerca de un aviso público donde salía la imagen de un joven y robusto indio norteamericano con el titulo de “WARRIOR”, haciendo reclame a un popular equipo de fútbol americano. Entonces le señale al guerrero indio, luego le indique la luz del faro publico donde me estacione. Entonces ella se sonrió coquetamente y con su sensual acento me dijo “I am understand now” =ahora entiendo. Luego saco una libretita y con su lapicero escribió: “It is a book of a warrior under the light” (Es un libro de un guerrero bajo la luz). Yo me sonreí y le respondí, escribiendo en su misma libretita, que el nombre correcto en Ingles es “Manual of the warrior of the light”, pero te entiendo muy bien (se lo dije en castellano) y ella me miro fijamente y me respondió, para mi sorpresa, en un castellano entendible dicho por una rusa, mas o menos asi: “Yo tambem entender mucho a tu”
Hasta siempre.
CTsT
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